Hija

Mi querida amiga tiene mi misma edad y también pertenece a nuestra numerosa familia Ostheimer. No lleva un vestido rosa como yo, sino uno amarillo chillón, y a veces me envidia por mi pelo rubio, igual que yo la envidio por su precioso pelo oscuro. Ambas nos creemos bastante grandes, aunque los mayores siempre nos llamen "las pequeñas". ¡Deberían ver cómo ayudamos a la abuela a alimentar a las gallinas o a la mujer del granjero con los cerdos!